El esmalte de uñas semi-permanente es una técnica de manicura que permite mantener las uñas perfectamente pintadas, sin estropearse, hasta dos semanas. Es perfecto para una escapada a la playa o, cuando llega el buen tiempo, para lucir una pedicura ideal. Sin embargo, este método ha levantado mucha polémica. ¿Solución milagrosa o una ruina para las uñas?
Esmalte semipermanente, ¿qué es?
Este esmalte es un gel acrílico mezclado con esmalte que se aplica sobre la uña y se endurece con rayos ultravioleta. Tiene la misma textura que un esmalte clásico: es líquido y tiene incluso más brillo que el tradicional. Se mantiene impecable, sin deslustrarse ni desconcharse, hasta un máximo de 18 días.
¿Cómo se aplica el esmalte semi-permanente?
El esmalte semi-permanente se aplica igual que un esmalte clásico. En un salón especializado, la esteticista empieza preparando las uñas: las lima, las limpia y empuja las cutículas. Después aplica una base. Después de aplicar la primera capa se coloca la mano bajo una lámpara de rayos ultravioleta durante 30 segundos. Durante ese tiempo, la esteticista se ocupa de la otra mano.
Después se aplican dos capas de esmalte, siempre dejando 30 segundos de secado entre capa y capa. Por último, la esteticista aplica una top coat que también se secará bajo la lámpara de rayos ultravioleta. Una aplicación de esmalte semi-permanente exige entre 25 y 30 minutos. A diferencia de una manicura clásica, el esmalte semi-permanente no necesita tiempo de secado. Las uñas quedan impecables desde el minuto uno.
En cuanto a los colores cada marca ofrece un abanico casi igual de variado que el disponible para esmaltes clásicos: nude, de colores, con brillos… casi todos los estilos de manicura se encuentran en versión semipermanente.
¿Qué ventajas tiene el esmalte semi-permanente?
Este esmalte ha significado una pequeña revolución para las mujeres ocupadas que no tienen tiempo de retocarse las uñas cuatro veces por semana, o para las que necesitan los diez dedos las 24 horas del día.
Para ellas es un alivio que la manicura dure hasta dos semanas impecable y con el mismo acabado que el primer día. Además, existe una gran variedad de colores. Así pues, es una solución práctica y eficaz para llevar una manicura perfecta en cualquier situación.
¿Por qué el esmalte semi-permanente tiene tan mala reputación?
La uña queda ahogada bajo cuatro capas de esmalte durante quince días. No es lo más beneficioso para la uña. El esmalte semi-permanente, por lo tanto, no se aconseja para uñas frágiles o dañadas. “Para evitar sorpresas, es mejor utilizar marcas conocidas en el mundo de la manicura semi-permanente”, explica Yaël, director del Before Bar en París.
Antes de lanzarte, pide consejo a tu esteticista de confianza. Él o ella te dirá si tus uñas podrán soportar el esmalte semi-permanente sin causar estragos. Por último, para evitar maltratar las uñas, es fundamental retirar correctamente el esmalte, sin arrancarlo o limarlo. “Si se aplica bien, y sobre todo si se retira bien, la uña no quedará maltratada”, nos explica el experto en manicura.
¿El truco?
Después de retirar el esmalte semi-permanente se aplica un aceite nutritivo para regenerar las uñas.
Una manicura semi-permanente en un salón de belleza suele costar unos cuarenta euros. Debes tener en cuenta que también puedes adquirir kits de manicura semi-permanente en tiendas especializadas. Aunque, además de costosos, están reservados únicamente a expertos en manicura.